Las actividades outdoor son las prácticas recreativas y/o deportivas realizadas al aire libre. Es un concepto amplio que considera como ambientes naturales bosques, montañas, ríos, playas y parques. Estas actividades pueden variar desde simples caminatas hasta deportes más complejos como hiking, trekking, carrera de montaña, escalada, ciclismo, entre otros. El término «outdoor» destaca el hecho de que estas aventuras ocurren en lugares, a veces remotos, proporcionando una conexión directa con la naturaleza y muchas veces involucrando desafíos físicos y mentales.
En las últimas décadas, estas actividades tuvieron una expansión exponencial en Brasil, volviéndose populares por promover un estilo de vida saludable, estimular el contacto con la naturaleza y la superación de desafíos personales. Este desarrollo de la cultura «outdoor» se observa bien en el éxito de eventos culturales, científicos y deportivos, así como en el crecimiento de los adeptos de las diversas actividades.
Jornada Científica e Cultural do Montanhismo 2023 – Foto: Taísa Maar
En este contexto, en 2024 participamos como oyentes de la mesa redonda Floresta em Família, en la Jornada Científica e Cultural do Montanhismo. Esta actividad reunió personas que trabajan o practican actividades en familia al aire libre, con la moderación de Pedro Lacaz Amaral y Fernanda May para debatir el porqué de que los niños no estén realizando actividades en la naturaleza. Al identificar que el proyecto pedagógico de la escuela de nuestra hija atraía personas interesadas en llevar niños a la naturaleza, pasamos a realizar encuentros mensuales para recorrer senderos en familia, creando el grupo Mini Montanhistas.
Cultura de la infancia
La «cultura de la infancia» puede entenderse como un conjunto de prácticas, valores, símbolos, lenguajes, juegos, historias y formas de expresión propias de los niños. Es la manera como los niños perciben, interpretan e interactúan con el mundo a su alrededor, creando y recreando sus propias culturas dentro de los contextos en que viven.
Esta cultura está marcada por la creatividad, imaginación y la capacidad de los niños de dar significado a sus experiencias y ambientes. Involucra todo lo que los niños hacen, piensan y comparten, como juegos, músicas, juegos, narrativas e incluso la manera como organizan su tiempo y espacio.
En el contexto de la educación, la cultura de la infancia es reconocida como un elemento central en el debate sobre procesos pedagógicos, particularmente en la educación infantil. Este enfoque arroja luz sobre la importancia de respetar y valorar esta cultura para posibilitar una enseñanza que sea realmente significativa y que promueva el desarrollo integral del niño.
Niños observando hormigas en el Parque Nacional Itatiaia – Archivo Personal
La pedagoga Ana Claudia Leite, del Instituto Alana, destaca tres aspectos esenciales de la cultura de la infancia: i) lo que el niño produce; ii) el patrimonio cultural de la infancia; y iii) lo que los adultos producen para los niños. Los niños producen su propia cultura expresándola de múltiples formas. Los juegos y tradiciones pasadas de generación en generación componen el patrimonio de la infancia. Por fin, músicas, películas y todas las expresiones artísticas producidas pensando en los pequeños cierran estos aspectos.
La cultura «outdoor»
En Brasil, la cultura outdoor es promovida por medio de varias iniciativas que contribuyeron para el crecimiento exponencial de las prácticas deportivas de aventura desde la década de 1990. Esta cultura surge de la difusión de conceptos, ideas y valores que los practicantes de las actividades de aventura cultivan.
Como ejemplo de políticas públicas que fortalecen e impulsan este desarrollo tenemos la consolidación de Parques Nacionales y Áreas de Conservación. Brasil posee una vasta red de parques nacionales, estatales y otras áreas de conservación que ofrecen infraestructura y oportunidades para actividades outdoor. Estos espacios son promovidos por instituciones como el ICMBio (Instituto Chico Mendes de Conservação da Biodiversidade) y las secretarías estatales de medio ambiente, que organizan eventos, campañas y programas de visitación.
Familias paseando en el Parque Nacional do Itatiaia – Archivo Personal
Los eventos culturales tienen un papel fundamental en el fomento de la cultura «outdoor». Actividades de producción científica como el Congresso Brasileiro de Atividades de Aventura y la Jornada Científica e Cultural do Montanhismo incentivan la producción académica. Festivales de cine como Rocky Spirit y Rio Mountain Festival estimulan la producción cultural. Así como eventos como el Mountain Festival y Jornada Outdoor contribuyen para la difusión de conceptos y valores de los amantes de las actividades al aire libre.
Las competiciones deportivas y la frecuencia en los parques nacionales/estatales son un buen termómetro para identificar el interés público. Analizando el aumento de la cantidad de frecuencia en los parques e inscripciones en competiciones de deportes con actividades al aire libre, como carreras de montaña, carreras de orientación, maratones de mountain bike, escalada, entre otros se constata el crecimiento de adeptos.
Aventuras en familia y el desarrollo socioemocional de los niños
En el campo del desarrollo humano existe un debate sobre la educación, categorizándola en tres tipos: i) educación formal – desarrollada en instituciones educativas; ii) educación informal – caracterizada por ; y iii) educación no formal – que ocurre a lo largo de la vida en las múltiples interacciones de los individuos. Existen actividades que acaban quedando en la intersección entre las categorías, pero esto no es problema para lo que estamos presentando. Lo importante es tener en mente que la educación sucede en casa, en el consultorio del dentista, en la plaza y en la escuela.
Reflexionando sobre la educación infantil, el papel de la familia es fundamental para el desarrollo socioemocional de los niños. Sin embargo, se verifica que las características de la sociedad actual genera demandas para los adultos que desafían el tiempo dedicado a sus crías.
En este sentido, observando las diversas familias que encontramos en los senderos, sea en el Mini Montanhistas, sea en nuestros andares por las montañas del mundo, realizamos una investigación con el objetivo de analizar el impacto de aventuras en familia en la creación de tiempo de calidad y en el desarrollo de habilidades socioemocionales en niños.
Familias ayudándose en el sendero – Archivo Personal
Los resultados indican que aventuras en familia maximizan el tiempo de calidad, fortalecen el vínculo familiar y proporcionan territorio para desarrollo socioemocional. Por medio de un enfoque etnográfico, con entrevistas semiestructuradas, intentamos dialogar con los niños y entender la perspectiva de los pequeñitos. Surgieron hablas como: «aquí es tan genial, siempre que voy a hablar papá me mira, él ya está mirando». De los adultos, las hablas sobre desconexión, en el sentido de dejar el teléfono de lado, fueron muy presentes y asociadas a la mejora de la calidad de las relaciones interpersonales.
A partir de la investigación, vislumbramos la posibilidad de producir una película retratando el punto de vista del niño en travesías como la Petro-Tere en la Serra dos Órgãos y en senderos en el Parque Nacional do Itatiaia. Para la exhibición en el Rocky Spirit, en las arenas de Ipanema, invitamos diversos niños del Mini Montanhistas e identificamos la euforia de ellos al ver en el cine posibilidades que estaban a su alcance. Lo que dialoga con la cultura de la infancia y refleja en el futuro de la cultura outdoor.
Rocky Spirit 2023 – Ipanema/RJ
Más que eso, al transferir el protagonismo para el niño, identificamos el potencial de los pequeños para ser portavoz para otros pequeños. Los ojitos y el compromiso en la exhibición nos trajeron la certeza de que no solo las aventuras en la naturaleza, sino las obras culturales sobre deportes en la naturaleza también son óptimas estrategias para construcción de ese vínculo que va para toda la vida.
Siguiendo en la onda de inmersión en la cultura outdoor respetando los presupuestos de la cultura de la infancia, inscribimos toda la familia en La Mision, una carrera de montaña en la región de la Serra Fina. Para además del involucramiento de nuestra pequeña en el ciclo de entrenamiento, organizamos encuentros con otras personas conocidas, otros niños y construimos bastante espacio para juegos. Al final, la producción de los niños traspasa por los juegos. Para completar el repertorio y contribuir con esa construcción la competición tenía un lagarto como personaje vivo. ¡Éxito garantizado!
A partir de las experiencias, de lo que vivimos, vimos y oímos, identificamos que la sintonía con la naturaleza potencializa el terreno donde la infancia florece. En la simplicidad de los juegos, pasando por escaladas, carreras al aire libre y volviendo para libros y películas, la cultura de la infancia se manifiesta. Sea en las tradiciones familiares, en las creaciones espontáneas o en las producciones pensadas por los adultos. Al aire libre, los niños exploran, crean y aprenden, conectándose con una energía que los moldea, intensifica los momentos presentes y los prepara para el mundo.
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